Donde la literatura y la maldad se toman un té

miércoles, 14 de febrero de 2018

Hablemos de sexo, o... mejor ahorrémonoslo

Queridos hierbajos. GUAU.

Hoy vengo a escribiros desde el más absoluto asombro y fascinación con la naturaleza humana. Así que tendréis que perdonarme que os meta entre medias una entrada que no estaba prevista y os retrase así un poco más el inicio de las Jornadas Rowling, pero no quepo en mí de pasmo.

Así pues, y sin más dilación, hablemos de sexo, o… del malévolo TRANSACTIVISMO QUE VIENE A LAVARLES EL CEREBRO A VUESTR@S HIJ@S (Y A VUESTRO HÁMSTER).

Dun dun duuuuuun…




Estoy todavía intentando tranquilizarme lo suficiente como para decidir por dónde empezar, porque… En fin, ya os lo he dicho: GUAU.

Resulta que estos días he estado manteniendo amena y no tan amena charla con algunas personillas por Twitter. Ya sabéis cómo está el percal: Internet.

El lunes resulta que me topé con un artículo que se había publicado en el blog de la Patrulla Feminista. El tema del artículo: lo trans*. O podría puntualizar que el tema real es «lo trans* desde el más absoluto desconocimiento ni intención de informarse». Ahora en seguida llegaremos a eso.

El caso es que me topé con el artículo y le eché un vistazo. Para mi más absoluta no-sorpresa demostró ser otro de esos textos que tanto abundan por internet hablando sobre temas que la autoría no domina, pero que piensa explicarnos de todas formas como si de verdad los entendiera y fuese argumento de autoridad en la materia. Ya sabéis cómo está el percal: Humanos.

Bueno, pues ya digo: me leí el artículo (o una parte de él hasta que me cansé de que se repitiese siempre lo mismo) y dejé un comentario en Twitter al respecto, porque estos temas me indignan y entristecen a partes iguales.



A continuación llegó gente a decirme que les comiese cosas, a soltar transfobadas diversas y acabé manteniendo un par de discusiones-conversaciones con gente al respecto. Iba a haberlo dejado ahí porque el asunto estaba zanjado [en fin, todo lo zanjado que podía estar, dadas las circunstancias]. Sin embargo, me llegó una última mención que, no puedo evitarlo, me preocupó: cierta persona básicamente diciendo que las mujeres trans no son Mujeres TM. Lo sé, lo sé: no debería sorprenderme, y no me sorprendo, pero estas cosas me inquietan.

Así que me dije: tal vez podría aprovechar este artículo para escribir algo útil. Quiero decir que podría coger ese texto en el que alguien se dedica a explicar la supuesta filosofía trans* desde el más supino desconocimiento y aclarar las mentiras y falacias que moran sus líneas. A nadie le iba a importar una mierda, pero lo haría por sentirme yo mejor, vaya.

Con esto y con todo, busqué el link para echarle otro vistazo un poco más en profundidad al artículo de marras. En mi cabeza había quedado que se trataba de una traducción de un texto en inglés y rondaba por mi mente un nombre de apariencia masculina, pero en su momento no le había dado mayor importancia y sin duda no me imaginaba el alcance del despropósito.

Con total honestidad os digo que no sé en qué diablos estaba pensando (o no pensando) la Patrulla Feminista al publicar esta bazofia. Queridos hierbajos, se me están acabando las buenas formas, así que las pocas que me quedan las voy a emplear en no hacer chistes sobre la Patrulla Canina.

Voy a hablaros un poco del artículo:

Se titula Las contradicciones filosóficas de la cosmovisión transgenero[sic], publicado a 1 de febrero de este año. De su autoría hablaremos un poco más adelante. Antes quiero comenzar copiándoos la frase destacada con la que el texto da el pistoletazo de salida:

«El pensamiento de los transactivistas es inherentemente confuso y está lleno de contradicciones internas. Los activistas nunca reconocen esas contradicciones. En lugar de ello, aprovechan cualquier reivindicación que sea útil en un momento determinado».

Y, tal y como prometía esta avanzadilla, sigue una biblia en la que una persona que no es trans* se dedica a explicarnos lo que la gente trans supuestamente piensa, demostrando así de manera rigurosa y fiable toda la confusión y contradicciones internas del discurso. Porque por supuesto que esta persona sabe de lo que habla, es indudable. La confianza ciega en sí misma de ciertos elementos de nuestra sociedad es algo que me alucina, lo admito. Y yo aquí mientras retorciéndome las manos de angustia cada vez que tengo que autoidentificarme usando la etiqueta trans*, porque tengo un sentimiento de culpa y síndrome del impostor de aquí a Canadá.

Porque, ya sabéis, las personas trans* tienen una vida tan sencilla y libre de preocupaciones, opresiones y discriminación que no pasa nada porque les tiremos unas cuantas piedras gratuitas más. Vamos a explicarle a todo el mundo cómo, porque yo lo digo y lo interpreto así, su discurso carece de lógica y fundamento, por mis santas gónadas de persona cis. Hombre ya.

Por si el absurdo y transfobia inherentes a este planteamiento no fuesen ya insulto bastante, vamos a darles además más leña a la piara de desquiciados que corretean por ahí apalizando gente. Por qué no. Total, llevamos un blog de temática feminista. ¿Responsabilidad social? Pff, ¿qué es eso?

Queridos hierbajos, hoy no voy a hablaros en más profundidad del artículo. Ya he dicho que es una biblia muy larga e ir rebatiendo cada una de las tonterías que dice me llevaría mucho espacio (y tiempo). No sé si finalmente llegaré a hacerlo. De todas formas a quien lo ha escrito ya se le ve el plumero sin mi ayuda.

De lo que sí quiero hablaros es precisamente de la persona tras el artículo. De verdad, la Patrulla Feminista se ha lucido con esto. Guau [fuck, ahora estoy releyendo mi propio artículo ladrando los guaus. No fue intencionado, pero… Bah, a la mierda].

¿Os acordáis de que tenía en la memoria que este artículo iba firmado por un nombre masculino? Así es: lo ha escrito un hombre. Me imagino una conversación de la talla de…

Feminista 1: Deberíamos publicar un artículo sobre el tema trans.

Feminista 2: Sí, podríamos buscar a alguien que sepa del tema y hacer un debate sobre…

Feminista 1: O podríamos traducir a este hombre blanco (cis). Seguro que sabe mucho del tema.

Feminista 2: Fuck yeah.

Sí, hierbajos, la Patrulla (supuestamente) Feminista ha dado voz en su plataforma a un Hombre TM para explicarnos el pensamiento trans*. Un Hombre de Los De Verdad: cis, blanco, heterosexual, conservador, anti-matrimonio homosexual. Fijo que este tipo pilota mazo del tema. Al fin y al cabo, ¿quién mejor que un Hombre para explicarnos cosas que no le atañen ni por salpicadura? ¿Eh?

Pues eso, hierbajos. Todo el mundo a leer atentamente todo lo que tenga que decir el amigo Ryan T. Anderson, que ÉL SÍ QUE SABE.


Con amorr,
O.

3 comentarios :

  1. ¡Hola, malas hierbas, hola, Ortiga!
    No me había enterado de este lío hasta esta entrada, momento en que entré a cotillear a twitter… y he alucinado en colores. Pero… ¿qué narices? Esas respuestas. Ese respeto. VAAAYA. Todo maravilloso, todo basado en el respeto. En fin.
    Como la verdad es que la reacción de la peña me ha dejado sin palabras, me uniré a tu GUAU.
    Un beso y ánimo.
    Camino.

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  2. Esto me recuerda a un poco a cierto artículo que me encontré un día vagando por la internet, en ese caso el tema tenía que ver mas con la identidad genero pero recuerdo que en mas de una ocación me llevé las manos a la cabeza y me dieron ganas de quejarme con alguién.

    Yo no se mucho sobre estos temas y por eso a veces recurro a Duck Duck Go para buscar información en internet, me aterra que hayan cosas como estas escritas, porque cualquiera que este en mi situación tratando de informarse pueda acabar peor de desinformado, claro que en mi caso yo prefiero darle a todo el beneficio de la duda y cosntrastar con mas fuentes de información pero no toda la gente es así, hay quines se quedan con la primera información con la que se topan creyéndola cierta y con esas cosas que andan circulando en internet la cosa puede acabar muy mal.

    Imaginen por ejemplo a alguna persona de familia conservadora que se siente diferente por no ser heterosexual y que vaya y lo primero que se tope en internet es que eso es alguna clase de enfermedad y acabe creyéndo semejante idiotez, no hablemos de un adulto sino de un niño confundido y asustado y para peor ingenuo.

    No se a mi es que estas cosas me ponen sensible, no dejo de pensar en la cnatidad de sandeces con las que mi hermano menor se pueda topar en internet (y las que se ha topado) :(

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  3. Estamos con este tema como estábamos todavía hace años con el tema de la homosexualidad: es una enfermedad, cúraos. Que les peten u.u

    Gracias por los comentarios =)

    En breves comenzaremos, esta vez sí, las Jornadas RowlinG...
    MUAJAJAJA

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